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De la Derrota del Norte al Renacimiento en Los Andes

El Ejército del Norte fue derrotado en 1815 en Sipe Sipe. Así terminaba la tercera y última campaña por tierra al Alto Perú (actual Bolivia), comandada por José Rondeau, Martín Güemes quedó a cargo de la resistencia en Salta. Una insurrección de indígenas y mestizos, armados con palos y piedras, detuvo el avance del ejército realista (español) hacia el sur, dando tiempo a las Provincias Unidas del Río de la Plata de declarar la Independencia.

 

 

 

Desde la recuperación del trono español en 1814, Fernando VII estaba resuelto a reconquistar las colonias americanas. Hasta febrero de 1816 logró en parte su propósito: la caída de los gobiernos revolucionarios de Méjico, Venezuela y Chile, que quedaron en poder de los españoles. El siguiente objetivo de las fuerzas realistas era avanzar sobre las provincias del norte argentino, para entorpecer los preparativos de José de San Martín.

Para ese entonces, San Martín había logrado que lo nombraran gobernador de Cuyo (actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis). Allí organizó el Ejército de Los Andes. Su propósito: recuperar Chile y desde allí realizar un ataque combinado por tierra y mar a Perú, sede del Virrey de Nueva Castilla y principal foco realista en Sudamérica. Los restos de las fuerzas chilenas, vencidas en Rancagua, se sumaron a San Martín en Mendoza.

Entre tanto, desde la Provincia Oriental (actual República Oriental del Uruguay), el caudillo José Artigas, insurreccionaba al litoral contra la autoridad del Directorio. En agosto de 1816, ya declarada la Independencia en el Congreso de Tucumán, el ejército portugués invadió la Banda Oriental.


Expediciones al Alto Perú (1810-1815). El fin del Ejército del Norte.

Entre 1810 y 1815, el Ejército del Norte realizó tres expediciones infructuosas al Alto Perú y quedó aniquilado.

  • 1810-1811. Al mando del teniente coronel Antonio González Balcarce , acompañado por el Comisionado de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, Dr. Juan José Castelli, el Ejército del Norte inició su primera campaña al Alto Perú, para evitar la invasión realista (española) sobre Salta. Previamente, por indicación de Mariano Moreno y con el apoyo de soldados británicos establecidos en el país desde las invasiones inglesas, fusiló a Santiago de Liniers en Cabeza de Tigre, Córdoba. Los patriotas vencieron a los españoles en la batalla de Suipacha, ocupando las cuatro gobernaciones altoperuanas (Potosí, Charcas, Cochabamba y La Paz). Derrotados por los españoles en Huaqui, perdieron las provincias del Alto Perú.
  • 1812-1813. Al mando de Manuel Belgrano , el Ejército derrotó a las fuerzas españolas en Tucumán el 24 de setiembre de 1812. Desde entonces, esa provincia se conoció como «Sepulcro de la Tiranía». El 20 de febrero de 1813, los realistas volvieron a ser vencidos en la batalla de Salta. Belgrano recibió un premio de $40.000, que donó para la creación de cuatro escuelas de primeras letras. A fines de 1813, el Ejército fue vencido en Vilcapugio y Ayohuma, quedando desprotegido el norte argentino. Ante el peligro de invasión a Salta, el coronel José de San Martín reemplazó a Belgrano en la jefatura del Ejército del Norte. San Martín entendía que el problema de la Independencia no se resolvería en el Alto Perú. Por eso, a fines de abril de 1814 renunció al mando y se retiró a Córdoba.
  • 1815. Al mando de José Rondeau , el Ejército del Norte inició la tercera campaña al Alto Perú en febrero de 1815. Martín Güemes se retiró de la expedición para hacerse cargo del gobierno de Salta y preparar la resistencia en caso de derrota. Rondeau ocupó Potosí, pero fue derrotado en Venta y Media y Sipe-Sipe en 1815. De esa manera se perdieron para siempre las provincias del Alto Perú y quedó aniquilado definitivamente el Ejército del Norte.

Cómo se preparan los españoles

El ejército español estaba al mando del Brigadier Joaquín de la Pezuela, que fue designado Virrey del Perú, en reemplazo del marqués de la conquista, José Fernández Abascal y Sousa. En ese momento, una «guerra de republiquetas» librada por indígenas y mestizos armados con palos y piedras detenía las intenciones de los realistas de avanzar sobre Salta, que era defendido Martín Güemes. A cargo del ejército español ha quedado el mariscal José de la Serna, que disponía de más de 4.500 hombres (3.700 infantes, 700 de caballería y 130 artilleros) para luchar contra el Ejército de los Andes, que San Martín estaba armando en Mendoza para recuperar Chile, donde logró juntar casi 2.000 hombres.

Derrotas de la Revolución Americana. Los españoles recuperan Chile, Venezuela y México (1814-1815)

El coronel Mariano de Osorio, enviado por el brigadier Pezuela (jefe militar del Virreinato del Perú), desembarcó en la localidad chilena de Talcahuano y avanzó hacia el Norte. Allí derrotó a los patriotas americanos, comandados por Bernardo de O’Higgins, quien atravesó la cordillera y se refugió en la región cuyana, gobernada por San Martín.

Abril de 1815. Una expedición de 10.000 hombres enviada por Fernando VII al mando del general Pablo Morillo llegó a Venezuela, donde se apoderó de Caracas y Cartagena. De ese modo, las Provincias Unidas de Venezuela (actuales Colombia, Venezuela y Ecuador) cayeron nuevamente en poder de los españoles.

Fines de 1815. Fue derrotado y fusilado el patriota mejicano, Padre José María Morelos (jefe de los revolucionarios) . De ese modo los españoles se aseguraron el dominio del Virreinato de Nueva España (Méjico).

San Martín crea el ejército de los Andes (1815-1816)

En mayo de 1814, antes de que el Ejército del Norte fuera aniquilado definitivamente en Sipe-Sipe, San Martín se había dado cuenta de que para detener el avance de los españoles era necesario cambiar de estrategia. Por eso decidió formar un ejército en Mendoza, con el objetivo de cruzar los Andes, recuperar Chile de manos del poder de los realistas y llegar a Perú, para ese entonces el centro del poderío hispano en Sudamérica. Para eso, logró que el Director Posadas lo nombrase Gobernador Intendente de Cuyo (con jurisdicción sobre las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis) el 10 de agosto de 1814.

El Cuerpo de Auxiliares de los Andes, elevado a la categoría de regimiento Nro 11 de Infantería, al mando de Juan Gregorio de Las Heras, sirvió de base para la creación del Ejército de Los Andes. Se le incorporaron dos compañías del regimiento Nro 8 de Buenos Aires y una batería de artillería. En 1815 se concentró en Mendoza el Regimiento de Granaderos al mando del coronel Matías Zapiola. San Martín también organizó las milicias de infantería y caballería de Cuyo. Los hombres de 16 a 50 años que no se presentaran voluntariamente mientras los españoles ocupasen Chile, serían sorteados. Así reunió 400 hombres, que se entrenaban en el campamento del Plumerillo. A fines de 1815, el Ejército de los Andes tenía menos de 2.000 soldados, pero para enero de 1817, superaban los 4.000.

Cómo se preparan los españoles (1816)

En el año 1816, era Virrey del Perú el brigadier Joaquín de la Pezuela. Al mando del mariscal José de la Serna, el ejército español tenía intenciones de avanzar sobre Salta.

Indígenas y mestizos del Alto Perú lo atacaron con palos y piedras en una lucha conocida como «guerra de republiquetas». Esto demoró su avance sobre el Norte argentino, defendido por Güemes.

De la Serna disponía de más de 4.500 hombres (3.700 infantes, 700 de caballería y 130 artilleros) para luchar contra los 2.000 hombres del Ejército de los Andes, que San Martín estaba armando en Mendoza para recuperar Chile.


La pelea por la Banda Oriental (1810-1816).

El ejército de Belgrano en la Banda Oriental

La Primera Junta de Gobierno, instalada en Buenos Aires el 25 de Mayo de 1810, envió a Paraguay (una de las provincias del Virreinato del Río de la Plata) un ejército al mando de Manuel Belgrano. El propósito era conseguir una adhesión a la autoridad de la Junta. Belgrano fue rechazado militarmente y Paraguay desconoció la autoridad, tanto de España como de Buenos Aires. Belgrano regresó y se trasladó a la Banda Oriental (actual República Oriental del Uruguay) para sumarse a las fuerzas enviadas desde Buenos Aires, que al mando de José Rondeau enfrentaban al gobierno español del último Virrey del Río de la Plata, Francisco Javier de Elío.

El 10 de abril de 1811, Belgrano designó al patriota oriental (uruguayo) José Artigas, segundo jefe del Ejército Auxiliar del Norte. Sin embargo, el 22 de abril, la Junta Grande reemplazó a Belgrano por José Rondeau en el mando del Ejército de la Banda Oriental, desplazando a Artigas al cargo de Jefe de las Milicias Patriotas Orientales. Belgrano había sido suspendido en sus «Grados y Honores» para ser sometido a juicio por sus derrotas militares en la campaña del Paraguay. Finalizado el proceso fue reivindicado.

El Exodo Oriental. El 18 de mayo de 1811, Artigas derrotó a los españoles en Las Piedras y avanzó sobre Montevideo, aún en poder del virrey español de Elío. Pero cuando se preparaba para tomar por asalto la ciudad, se hizo cargo del mando de esas fuerzas patriotas Rondeau.

En octubre de ese año, el Primer Triunvirato (recién instalado en Buenos Aires) acordó con el virrey, levantar el sitio de Montevideo. Las negociaciones incluían el retiro del ejército portugués de la Banda Oriental. Pero los portugueses no cumplieron el trato. En cambio, las autoridades de Buenos Aires retiraron su ejército

Artigas, ahora reconocido por sus compatriotas como General en Jefe de los ejércitos orientales, al levantarse el sitio que pesaba sobre el gobierno español de Montevideo, inició «el Exodo», retirándose al Norte, al campamento de Ayuí, con 300 hombres y 1.600 personas del pueblo de la Campana.

Artigas, declarado «reo de traición a la Patria»

El Triunvirato negoció con los portugueses el retiro del Ejército Lusitano (portugués), que estaba en la Banda oriental desde julio de 1811, con el propósito de aislar la resistencia española de Montevideo. Sin embargo, a fines de 1813, España había reconquistado su territorio en la Península Ibérica de manos de los franceses, con ayuda de Gran Bretaña y el rey Fernando VII recuperaba el trono. En esas circunstancias, tropas españolas reforzaron la Plaza de Montevideo y demoraron su rendición.

El peligro inminente en 1814 era la anunciada expedición del general Pablo Morillo (quien a fines de 1815 vencería a los patriotas en Venezuela). Ante el temor de que desembocara en el Río de la Plata era fundamental quitarle una posible base militar en Montevideo, desde donde podía atacar Buenos Aires. Por entonces, desde Buenos Aires se intentaban negociaciones con las autoridades españolas, por lo cual el 20 de enero de 1814 Artigas abandonó el sitio de Montevideo. En respuesta a esa actitud, el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas lo declaró «reo de traición a la Patria».

Los españoles se rinden en Montevideo

Para enfrentar a los españoles en la Banda Oriental, el Director Posadas dispuso la organización de una flota a las órdenes del marino irlandés Guillermo Brown, capitán de un buque mercante que había encallado en Ensenada. Brown, que hasta ese momento realizaba con una goleta un servicio regular entre Buenos Aires y Colonia, derrotó a los españoles en el combate de Martín García y bloqueó Montevideo, donde los españoles contaban con 14 buques de guerra y 13 mercantes armados.

El 20 de junio de 1814, el Jefe de la guarnición española, Gaspar de Vigodet, capituló, y el general Carlos María de Alvear tomó posesión de Montevideo en nombre del Directorio. Alvear le quitó a los españoles una base de operaciones con 500 cañones, 9.000 fusiles, 99 embarcaciones, 390 jefes y 6.000 soldados. El 9 de julio de 1814, Posadas nombró Gobernador Intendente de la Provincia Oriental al presidente del Consejo de Estado del Directorio, Nicolás Rodríguez Peña.

En febrero de 1815, por exigencia de Artigas, las fuerzas del Directorio evacuaron Montevideo, asumiendo el gobierno de la ciudad Fernando Otorgués por indicación del caudillo oriental.

Los portugueses invaden la Banda Oriental

En agosto de 1816, las fuerzas del rey Juan VI de Portugal invadieron la Banda Oriental, comandadas por el general Carlos Lecor, quien marchó sobre Montevideo con 600 hombres, en tanto que otros 200 avanzaban por el Norte, 200 más quedaban como reserva en Río Grande y 1.800 avanzaban por el Este. Las fuerzas de Artigas fueron derrotadas por los portugueses en San Borja, Carumbé e India Muerta.

La necesidad de concretar el poder: Se crea el Directorio

Al finalizar el año 1813, España se había liberado de la dominación francesa con el apoyo de Gran Bretaña. Fernando VII, en libertad desde el 8 de diciembre, volvía al trono, ansioso de reconquistar el territorio americano. Paralelamente, la Segunda Expedición al Alto Perú había fracasado con la derrota del Ejército del Norte en Vilcapugio y Ayohuma. El sitio de Montevideo se prolongaba porque los españoles habían recibido refuerzos. Y el caudillo oriental José Gervasio de Artigas insistía en establecer un gobierno federal, que excluiría a Buenos Aires como Capital, es decir, impediría la centralización del poder . Esta suma de factores reforzaron la urgencia de un sistema político que se impusiese a los peligros internos y externos.

 

 

 

Fue así como, en enero de 1814, la Asamblea General Constituyente (conocida históricamente como Asamblea del Año XIII) creó el Directorio. A partir de entonces, un Director Supremo ejerció el Poder Ejecutivo, asesorado por un Consejo de Estado.

Para desempeñar el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata fue elegido el triunviro Gervasio Antonio de Posadas, quien asumió el 31 de enero de 1814. El Consejo estaría presidido por Nicolás Rodríguez Peña. Esta forma de gobierno duró hasta 1820. Fue el Director Ignacio Alvarez Thomas quien convocó al Congreso Nacional General Constituyente a reunirse en Tucumán. Juan Martín de Pueyrredón era diputado por San Luis, pero el Congreso lo designó Director Supremo.

Directores Supremos del Río de La Plata (1814-1820)

DIRECTORES SUPREMOS DEL RIO DE LA PLATA(1814-1820)

Gervasio Antonio de Posadas (1814-1815) Carlos María de Alvear (1815) José Rondeau (no se hizo cargo) Ignacio Alvarez Thomas (1815) Antonio González Balcarce (1816) Juan Martín de Pueyrredón (1816-1819) José Rondeau (1819-1820)

COMO ESTABA COMPUESTO EL DIRECTORIO?

Director Supremo: elegido por la Asamblea Nacional Constituyente. Duraba dos anos en el cargo.

Consejo de Estado: un Presidente (designado por la Asamblea) y siete vocales nombrados por el Director (entre ellos tres secretarios).


Directorio de Posadas (1814-1815)

El 22 de enero de 1814, la Asamblea General Constituyente (Asamblea del Año XIII) ordenó que el poder ejecutivo (administración del gobierno) se concentre en una sola persona con el título de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

 

 

 

La Asamblea eligió para el cargo a Gervasio Antonio de Posadas y Presidente del Consejo de Estado que debía asistirlo, a Nicolás Rodríguez Peña. Posadas, hasta entonces, había integrado el Segundo Triunvirato que acababa de ser disuelto.

Identificaba los atributos de mando del Director Supremo una banda, blanca en el centro y azul en los costados, terminada en una borla dorada.

Posadas debía resolver tres problemas principales, a saber:

1. La rivalidad entre Artigas y Rondeau ponía en peligro el dominio de la Banda Oriental.

2. El sitio de Montevideo se prolongaba demasiado tiempo.

3. El proyecto monárquico constitucional que parecía necesario negociar en Europa para impedir la partida de la expedición represora que el rey de España Fernando VII se disponía a enviar al Río de la Plata para reconquistar el territorio.

1) Rivalidad entre Artigas y Rondeau

El ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata, al mando de José Rondeau había sitiado al gobernador español Gaspar de Vigodet en Montevideo.

Pero unos días antes de la asunción de Posadas, el caudillo oriental José Artigas había abandonado el sitio, dejando en una situación militar incómoda a Rondeau.

El Director Posadas declaró a Artigas reo de traición a la Patria y dispuso la creación de una escuadra al mando del marino irlandés Guillermo Brown a fin de atacar a los españoles por mar.

La escuadra comandada por Brown venció a los españoles en el combate de Martín García el 15 de marzo de 1814, iniciando un mes después el bloqueo de Montevideo.

Posadas también desplazó del mando de las fuerzas que operaban en la Banda Oriental a Rondeau, reemplazándolo por el General Carlos María de Alvear.

2) Sitio de Montevideo

Primer Sitio de Montevideo (1811): Lo inició el caudillo oriental Artigas el 21 de mayo. El Virrey del Río de la Plata, instalado en Montevideo, Javier de Elío, solicitó la colaboración del ejército portugués, que al mando de Diego de Souza había invadido a la Banda Oriental desde Brasil. La mediación del embajador británico en Brasil, Lord Strangford, puso fin al sitio, a través de un armisticio, firmado el 21 de octubre entre los españoles, los orientales y la Junta Grande instalada en Buenos Aires.

Segundo Sitio de Montevideo (1812-1814): Lo inició el jefe del ejército del Segundo Triunvirato, que operaba en la Banda Oriental, José Rondeau, el 20 de octubre de 1812. Ya entonces, rivalizaban Artigas y Rondeau por el mando de las fuerzas patriotas. El Director Posadas, encargó la jefatura del ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata que operaba en la Banda Oriental, a su sobrino el general Carlos María de Alvear, ante quien se rindió el gobernador español de Montevideo Vigodet el 20 de Junio de 1814. El 9 de julio de 1814, Posadas designó gobernador Intendente de la Provincia Oriental a Nicolás Rodríguez Peña.

3) El Proyecto Monárquico Constitucional

El Director Posadas envió a Europa a Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia, con el propósito de impedir la expedición represora española que se suponía atacaría el Río de la Plata.

Intentaron los enviados de las Provincias Unidas, negociar con Carlos IV de España (padre de Fernando VII) un proyecto de monarquía constitucional para el Río de la Plata como reino independiente, bajo la corona de un príncipe español.

El proyecto monárquico constitucional fue rechazado en España. Las instrucciones dadas a los enviados por el gobierno de las Provincias Unidas, consistía en proponer a la Corona Española el sometimiento de la provincias del Plata a cambio de una constitución que asegurase la plena vigencia de los derechos civiles.

La Caída de Posadas El general Alvear, después de lograr la rendición de los españoles en Montevideo, marchó a hacerse cargo del Ejército del Norte en reemplazo de José Rondeau.

En Córdoba, Alvear supo que el Ejército del Norte estaba sublevado en Jujuy, en rechazo a las negociaciones del Director Posadas con las autoridades españolas y porque se negaba a reconocer el mando de su nuevo jefe.

Alvear retornó a Buenos Aires sin tomar posesión de la Comandancia del Ejército del Norte.

El 9 de enero de 1815, la Asamblea aceptó la renuncia de Posadas y designó Director Supremo al general Alvear.

Directorio de Alvear (1815)

El 9 de enero de 1815 la Asamblea Nacional General Constituyente (Asamblea del Año XIII) aceptó la renuncia del Director Supremo Gervasio Posadas, debido a que el Ejército del Norte se había sublevado contra la autoridad del Director. Designó en su reemplazo al General Carlos María de Alvear.

 

 

 

José Rondeau, al mando del Ejército del Norte, desconoció la autoridad de Alvear como Director Supremo. No obstante, Alvear confirmó a Rondeau en la jefatura del Ejército del Norte. Simultáneamente, encargaba a Estanislao Soler el mando del ejército que estaba en Montevideo y él personalmente se proponía ejercer la comandancia de las tropas de la Capital, Cuyo, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.

Alvear ofreció al caudillo oriental, José Artigas, la independencia de la Banda Oriental, a cambio de que éste retirase su influencia de las provincias del litoral. Artigas rechazó la propuesta, por lo cual Alvear hizo retornar a Buenos Aires a Soler con sus fuerzas. Paralelamente envió a Río de Janeiro a Manuel José García. Este debía entregar al embajador británico en Brasil, Lord Strangford, una documentación a través de la cual ofrecía al ministro inglés de Relaciones Exteriores el dominio del Río de la Plata. El objetivo era evitar que las Provincias Unidas cayeran en poder de los españoles.

Las cartas dirigidas por el Director Alvear a Lord Strangford no llegaron nunca a destino, dado que, Manuel García fue interceptado por Belgrano y Rivadavia, que retornaban de Europa y le hicieron desistir de cumplir con su misión.

Durante los tres meses que duró el Directorio de Alvear, el encarecimiento de la carne y el pan creó un clima de agitación. Como respuesta, el Director Supremo emitió un Bando por el cual se desterraba a varios ciudadanos, estableciendo la pena de muerte para los casos de deserción y conspiración. Estas medidas alteraron aún más a la población.

Alvear abandonó la Capital acuartelándose con sus fuerzas en Olivos, mientras Artigas se disponía a apoderarse de Santa Fe, para después avanzar sobre Buenos Aires.

En marzo de 1815, Santa Fe se declaró independiente del Directorio y se sumó al Protectorado de los Pueblos Libres ( liga de Artigas).

El Director Alvear mandó al coronel Alvarez Thomas a recuperar Santa Fe. Este se sublevó con sus fuerzas contra el Director Supremo, en la posta de Fontezuelas, cerca de Arrecifes, Provincia de Buenos Aires.

En abril de 1815, la Asamblea aceptó la renuncia de Alvear, pero un movimiento popular obligó también a la disolución de ese cuerpo, quedando el gobierno transitoriamente en poder del Cabildo de Buenos Aires.


Directorio de Alvarez Thomas (1815-1816)

DIRECTORIO DE ALVAREZ THOMAS (1815-1816)

 

 

 

En 1815, una revolución puso fin al mandato del Director Carlos María de Alvear y produjo la disolución de la Asamblea del Año XIII. El Cabildo quedó transitoriamente a cargo del gobierno y una Junta Electoral designó Director Supremo a José Rondeau. Como éste se encontraba al mando del Ejército del Norte, quedó en su lugar el coronel Ignacio Alvarez Thomas, quien había sublevado al ejército en Fontezuelas contra Alvear.

Lo primero que hizo el nuevo Director fue ofrecerle a Artigas la independencia de la Banda Oriental, a cambio de que abandonara el control de Entre Ríos y Corrientes. Pero el caudillo oriental no quiso negociar y reclamó el reconocimiento oficial de su Protectorado sobre Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Corrientes, además de la devolución del armamento tomado en Montevideo a los españoles. También rechazó el Estatuto Provisional de 1815, que convocaba a la formación de un Congreso General en Tucumán.

Fue entonces cuando Alvarez Thomas ordenó a Juan José Viamonte invadir Santa Fe, donde hizo arriar la bandera de Artigas. Pero buena parte de las fuerzas de Viamonte se incorporó al Ejército de los Andes y solo se quedó con 400 hombres. En marzo de 1816,la campaña santafesina ( áreas rurales de la provincia ) se levantó contra Viamonte, quien quedó detenido en el Cabildo.

Manuel Belgrano recién volvía de una misión diplomática en Londres. Y Alvarez Thomas le encomendó la jefatura del Ejército de Observación, situado en San Nicolás de los Arroyos, para que marchara a Rosario. Belgrano mandó al general Eustaquio Díaz Vélez a negociar la paz con Artigas. Pero Díaz Vélez lo traicionó y firmó con el representante de Artigas el Pacto de Santo Tomé, por el cual se separaba a Belgrano del mando y él mismo se hacía cargo de las fuerzas de Buenos Aires y Santa Fe para derrocar al Director Alvarez Thomas. El ejército se sublevó y arrestó a Belgrano. Alvarez Thomas renunció el 16 de abril de 1816.

La Junta de Observación nombró Director a Antonio González Balcarce, que duró poco tiempo, ya que el Congreso designó en el cargo a Juan Martín de Pueyrredón, diputado por San Luis.


Estatuto Provisional de 1815- El Gobierno Central convoca al Congreso.

 

 

 

 

ESTATUTO PROVISIONAL DE 1815 EL GOBIERNO CENTRAL CONVOCA AL CONGRESO

En 1815, durante el Directorio de Ignacio Alvarez Thomas, el Cabildo de Buenos Aires designó una Junta de Observación, que debía dictar un estatuto para delimitar el funcionamiento del gobierno y convocar a un Congreso General.

El Estatuto Provisional para la Dirección y Administración del Estado de 1815 fue sancionado el 6 de mayo de ese año. Establecía que la Junta de Observación ejercería el Poder Legislativo y tendría poder de control sobre el Ejecutivo, ejercido por un director que duraría un año. De la Justicia se encargaban los jueces y las Comisiones Especiales de Apelación.

Pero además, el Estatuto Provisional mandaba al Director del Estado a invitar a todos los ciudadanos y villas de las provincias interiores a elegir diputados para la formación de un Congreso General en la ciudad de Tucumán. Se debía elegir un diputado cada 15.000 habitantes a través de una Junta Electoral, sistema que podían adaptar las provincias ante las dificultades para establecer un censo.

Como un gesto de oposición al centralismo de Buenos Aires, las provincias rechazaron el Estatuto Provisional, pero igualmente mandaron diputados al Congreso de Tucumán. No concurrieron Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y la Provincia Oriental.

Se reune el Congreso

El Congreso Nacional se reunió en la ciudad de Tucumán porque se entendía que esa ubicación garantizaba a las provincias que Buenos Aires no presionaría a los diputados.

 

 

 

Se reunieron representantes de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, San Luis, Buenos Aires, Córdoba, Charcas, Cochabamba, Tupiza y Mizque. La mayoría eran sacerdotes y abogados.

Córdoba (que incluyó en su representación a La Rioja) y Salta, entre otras, tardaron en enviar sus diputados. Las provincias altoperuanas de Chichas y Mizque estuvieron representadas por emigrados, dado que la región estaba en poder de los españoles. Paraguay no mandó representantes porque ya se había declarado independiente.

Se acordó la apertura del Congreso cuando estuvieran presentes los dos tercios de los diputados. Se declaró abierto el 24 de marzo de 1816 bajo la presidencia del doctor Pedro Medrano. El primer problema que se planteó fue reemplazar al Director renunciante, Ignacio Alvarez Thomas. En la sesión del 3 de mayo de 1816 fue elegido para el cargo de Director Supremo el diputado por San Luis, coronel mayor Juan Martín de Pueyrredón.

El Congreso se autodisolvió el 11 de febrero de 1820, debido a la derrota del ejército directorial frente al Ejército Federal en la batalla de Cepeda.


Objetivos del Congreso

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Los principales objetivos del Congreso de Tucumán fueron declarar la independencia y establecer un régimen de gobierno.

Desde Cuyo, San Martín le escribía a Godoy Cruz : «Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia? Es ridículo acuñar moneda, tener el pabellón y escarapela nacional y, por último, hacer la guerra al Soberano de quien se dice dependemos, y permanecer a pupilo de los enemigos».

Previamente a la declaración de la Independencia, se debía acordar la forma de gobierno. El Congreso resolvió que el único sistema posible en ese momento era el monárquico constitucional. Esta conclusión respondía tanto a la decisión de las potencias europeas de monarquizarlo todo como a la necesidad de unir a los pueblos sudamericanos a través de la figura de un rey.

A pedido del diputado Gascón se formó una comisión que expidió una «Nota de las materias de primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del Soberano Congreso». Entre las prioridades, incluía la necesidad de un Manifiesto, el deslinde de las facultades del Congreso, la Declaración de la Independencia, pactos provinciales previos a la Constitución, forma de gobierno y Proyecto Constitucional.


La opinión de Belgrano

El 6 de julio de 1816 Manuel Belgrano, que había regresado de un viaje a Europa en misión diplomática, fue invitado por el Congreso para informar sobre las formas de gobierno y expuso su opinión ante los diputados. Belgrano sostuvo entonces que la Revolución Americana había perdido prestigio y toda posibilidad de apoyo europeo por «su declinación en el desorden y anarquía continuada por tan dilatado tiempo». continuó : «que había acaecido una mutación completa de ideas en Europa en lo respectivo a la forma de gobierno. Que como el espíritu general de las naciones, en años anteriores, era republicarlo todo, en el día se trataba de monarquizarlo todo. Que la nación inglesa, con el grandor y magestad a que se ha elevado, no por sus armas y riquezas, sino por una constitución de monarquía temperada, había estimulado a las demás a seguir su ejemplo. Que la Francia la había adoptado, Que el rey de Prusia, por sí mismo, y estando en el goce de un poder despótico, había hecho una revolución en su reino, y sujetándose a bases constitucionales iguales a las de la nación inglesa ; y que esto mismo habían practicado otras naciones» ; que «en su concepto la forma de gobierno más conveniente para estas provincias sería la de una monarquía temperada ; llamando la dinastía de los Incas por la justicia que en sí envuelve la restitución de esta Casa tan inicuamente despojada del trono». Este informe de Belgrano al Congreso fue comentado por Tomás Manuel de Anchorena a Rosas, en una carta fechada el 4 de diciembre de 1846.

Se declara la Independencia

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán resolvió tratar la Declaración de la Independencia. Presidía la sesión el diputado por San Juan, Juan Francisco Narciso de Laprida.

 

 

 

El secretario Juan José Paso leyó la propuesta : preguntó a los congresales «si querían que las Provincias de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli». Los diputados aprobaron por aclamación y luego, uno a uno espresaron su voto afirmativo. Acto seguido, firmaron el Acta de la Independencia .

Afuera, el pueblo celebraba. Terminada la sesión, se realizaron diversos festejos públicos.

Al día siguiente, el Congreso ascendió a Pueyrredón al cargo de brigadier.

El 19 de julio, en sesión pública, quedó acordada la fórmula del juramento que debían prestar los diputados y las instituciones : «Juráis por Dios Nuestro Señor y esta señal de cruz, promover y defender la libertad de las provincias unidas en Sud América, y su independencia del Rey de España, Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y toda otra dominación extranjera ? ¿Juráis a Dios Nuestro Señor y prometéis a la patria, el sostén de estos derechos hasta con la vida, haberes y fama ? Si así lo hiciereis Dios os ayude, y si no, El y la Patria os hagan cargo».

El mismo día, en sesión secreta, el diputado Medrano pidió que de pasarse al Ejército el Acta de la Independencia y la fórmula del juramento, se agregase «y de toda otra dominación extranjera» -expresión que no figuraba en el texto aprobado originalmente en la sesión pública- debido al rumor de que el Director y el Congreso se disponían a entregar el país a los portugueses.

El 21 de julio la Independencia fue jurada en la sala de sesiones por los miembros del Congreso, en presencia del gobernador, el general Belgrano, el clero, las comunidades religiosas y demás corporaciones.


La cuestión Monárquica

Entre 1810 y 1820, hubo varios proyectos de crear en el Río de la Plata un reino independiente, con autoridades limitadas por una constitución al estilo de la impuesta en España en 1812 por el movimiento liberal. Las diferencias entre los distintos proyectos se deben a las familias reales que procuraba instaurar cada uno de ellos.ásicamente se pueden distinguir cuatro proyectos:

 

 

 

  1. El establecimiento de una dinastía portuguesa (Carlotismo).
  2. El establecimiento de una dinastía española.
  3. El establecimiento de una dinastía incaica.
  4. El establecimiento de una dinastía francesa.

 

1) El carlotismo.

El proyecto de establecer en el Río de la Plata una monarquía moderada (adaptación del sistema parlamentario británico) independiente, comenzó a negociarse desde la llegada de la Corte Portuguesa a Río de Janeiro en 1808.

En efecto, Carlota Joaquina de Braganza, la esposa del rey de Portugal, era hermana del rey de España, Fernando VII.

Durante el cautiverio de Fernando VII bajo el poder del Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte, cuyas fuerzas ocuparon la Península Ibérica, Carlota Joaquina manifestó sus deseos de reinar en América a nombre de su hermano.

Pueyrredón y Belgrano participaron en las negociaciones que se proponían entronizar a la Infanta (princesa) Carlota en el Río de la Plata, proyecto que finalmente fracasó.

 

2) El Proyecto de Monarquía Constitucional bajo una dinastía española.

En 1815, Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia, intentaron negociar con Carlos IV (padre del rey de España Fernando VII) la entronización en el Río de la Plata del Infante Francisco de Paula. Pero fracasaron.

Los había enviado el Director Supremo Posadas, a ofrecer la sumisión al rey de España a cambio del establecimiento de una constitución. De esta manera pretendía evitar el ataque al Río de la Plata de una expedición represora que mandaría a América el rey de España.

 

3) La monarquía moderada en la dinastía de los Incas.

En la sesión secreta del 6 de julio de 1816, Manuel Belgrano (que acababa de retornar al país, después de haber cumplido una misión diplomática en Europa) invitado por el Congreso de Tucumán, expresó sus puntos de vista sobre la forma de gobierno más conveniente según su visión de la realidad europea de ese momento. Belgrano propuso una monarquía moderada en la dinastía de los incas. Su propuesta contó con el apoyo de algunos diputados. Pero la opinión mayoritaria se inclinaba por la entronización de un príncipe europeo en una monarquía constitucional independiente de toda dominación extranjera.

 

4) El Proyecto monárquico francés en el Río de la Plata.

En respuesta a las negociaciones de los enviados del Director Pueyrredón a Europa, en 1818, llegó a Buenos Aires un agente secreto del gobierno francés, el coronel Le Moyne.

El objetivo original de Pueyrredón era entronizar en el Río de la Plata a un Orleáns (los príncipes más importantes de Francia por entonces). La propuesta de Le Moyne consistía justamente en entronizar al duque de Orleáns .

El responsable de negociar la monarquía orleanista en Europa fue Valentín Gómez. Pero el proyecto orleanista no se concretó y el 1º de junio de 1819, el gobierno francés contraofertó oficialmente a Valentín Gómez la entronización del príncipe de Luca. Se recomendaba también el matrimonio del príncipe con una princesa portuguesa sobre la base de la evacuación de la Banda Oriental. El fracaso del Proyecto orleanista precipitó la renuncia de Pueyrredón.


Influencia de San Martín en el Congreso

El Congreso de Tucumán se declaró abierto el 24 de marzo de 1816 después de un Fe Deum (ceremonia religiosa) bajo la presidencia del Dr. Pedro Medrano.

 

 

 

Desde Mendoza, San Martín, por entonces Gobernador Intendente de Cuyo (actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis), en una carta al diputado Tomás Godoy Cruz, fechada el 19 de enero de ese año, se quejaba por la demora del Congreso en instalarse: «íCuándo empiezan ustedes a rendirse! Por lo más sagrado les suplico hagan cuantos esfuerzos puedan en lo humano para asegurar nuestra suerte».

Un mes después, a través de una carta fechada el 24 de febrero, le hacía notar a Godoy Cruz la imposibilidad de lograr la unión nacional a través del federalismo: «Si en un gobierno constituido, y de un país ilustrado, poblado, artista, agricultor y comerciante, se han tocado en la última guerra con los ingleses (hablo de los americanos del norte) las dificultades de una federación. ¿Qué será de nosotros, que carecemos de aquellas ventajas? Amigo mío, si con todas las provincias y recursos somos débiles: ¿Qué nos sucederá aislada cada una de ellas?».

En otra carta a Godoy Cruz, de fecha 24 de mayo, en un tono amistoso y a manera de sugerencia, le extendía verdaderas instrucciones sobre su posición con respecto al Congreso de Tucumán, la declaración de la Independencia y la forma de gobierno a adoptar por las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Afirmaba que si el fuese diputado al Congreso, le haría notar a ese cuerpo como «americano, republicano por principios e inclinación, porque sacrifica estas mismas por el bien de su suelo…» que: «El objetivo de la Revolución Americana fue desde un principio independizarse del mando español.

«Sin artes, ciencia, agricultura y población, las provincias unidas no se podrán constituir en República sin una opción formal del Brasil.

«Si en el fermento horrendo de pasiones existentes, choque de partidos indestructibles y mezquinas rivalidades, no solamente provinciales, sino de pueblo a pueblo, ¿Podemos constituirnos Nación? concluía: «Seis años contamos de Revolución y los enemigos victoriosos por todas partes, nos oprimen: faltan jefes militares y nuestra desunión son las causales, y se podrán remediar! ..¿Cuál es el medio soberanos? Yo lo sé, pero el Congreso los aplicará como tan interesado en el bien de estos pueblos. Resta saber que si tales medios no se toman en todo este año, no encuentro (según mi tosca política) remedio alguno. Se acabó.»


Fracasa el Plan de Coronar a un Inca

En la sesión secreta del 6 de julio de 1816, Belgrano, invitado por el Congreso de Tucumán para informar su visión sobre las formas de gobierno predominantes en Europa por entonces, propuso una monarquía constitucional en la dinastía de los Incas.

 

 

 

La propuesta de Belgrano contó con la adhesión del diputado Manuel Antonio Acevedo (Catamarca) y fue apoyada en principio por el Congreso, particularmente por los congresales Pacheco, Castro, Rivera, Sánchez de Loria, Thames y Malabia. Hasta que el representante de San Juan, Fray Justo Santa María de Oro, propuso que se consultara a los pueblos antes de adoptar una forma de gobierno.

El Congreso debatió el tema los días 15, 19 y 31 y de julio y 5 y 6 de agosto de 1816. Fue el diputado altoperuano (boliviano) José Mariano Serrano quien se opuso terminantemente, tanto a la dinastía incaica como al régimen federal.

Según el historiador Dardo Pérez Guilhou, Serrano esgrimió los siguientes argumentos para atacar al proyecto de monarquía incaica: «1) los males que inevitablemente deberían temerse de la regencia interina que necesariamente debía establecerse hasta tanto se decidiera quién era el heredero incaico; 2) las crueles divisiones que surgirían entre las diversas familias aspirantes al trono, que lejos de solucionar el desorden reinante lo fomentarían; y 3) por las dificultades que presentaba la creación de la nobleza o miembros que hubiesen de formar el cuerpo intermedio entre el pueblo y el trono».


Los Planes Portugueses de invasión

La fórmula de juramento de la Independencia aprobada por el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816, decí: «Juráis por Dios Nuestro Señor y esta señal de la cruz, promover y defender la libertad de las Provincias Unidas en Sud América, y su independencia del Rey de España, Fernando VII, sus sucesores y metrópoli?».

 

 

 

Sin embargo, en sesión secreta, el diputado por Buenos Aires, Pedro Medrano, pidió que antes de pasarse al ejército el Acta de la Independencia, se agregase a la fórmula del juramento, después del párrafo «Fernando VII sus sucesores y metrópoli», la aclaración «y de toda dominación extranjera».

Medrano fundamentó su moción (que fue aprobada por el Congreso) en que así se lograría contener el rumor de que el Director Supremo y algunos diputados se proponían entregar el país a los portugueses.

Esas negociaciones existían y el encargado de llevarlas a cabo era Manuel José García en Río de Janeiro. García había sido enviado a Brasil en 1815, por orden del Director Alvear, a ofrecer el dominio del Río de la Plata a la Corona Británica, a través del embajador inglés en ese país, Lord Strangford. A pesar de haber quedado sin efecto esa misión fijó residencia en Río de Janeiro.

Temiendo un ataque portugués sobre las Provincias Unidas, Manuel García prefería negociar con la corte de Río de Janeiro. Su plan consistía en dejar avanzar al ejército portugués sobre la Banda Oriental para que destruyese a Artigas, sin intervención de las fuerzas del Directorio.

El Director Pueyrredón remitió los informes de García al Congreso de Tucumán que, al realizarse la invasión portuguesa a la Provincia Oriental en agosto de 1816, no sólo no censuró las gestiones de García, sino que además encargó a Matías Irigoyen continuar con esas gestiones, a través de instrucciones reservadas del 4 de setiembre de 1816.

Las instrucciones fueron aprobadas por 22 diputados de los 26 presentes en esa sesión secreta. Proponían la coronación de un infante del Brasil o de cualquier otro príncipe extranjero (mientras no fuera de España). En el segundo caso, el futuro rey debía contraer matrimonio con una infanta (princesa) del Brasil. En ambos casos, el nuevo rey aceptaría la Constitución Nacional que sancionase el Congreso de Tucumán.

Matías Irigoyen debía oponerse a la anexión de las Provincias Unidas del Río de la Plata al Brasil. El objetivo era formar con un príncipe de la casa reinante de Portugal, un reino independiente. Pero, de ser intransigente la posición de los portugueses sobre ese punto, podía llegar a admitir el mismo rey para las dos coronas, siempre y cuando se asegurase la independencia de ambas cortes entre sí.

El Director Pueyrredón no fue notificado de estas gestiones. El 18 de noviembre de 1816, ya enterado, hizo un reclamo ante el Congreso, sosteniendo que antes de negociar con el rey de Portugal, debía exigírsele el reconocimiento de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Ante la presión de Pueyrredón, el Congreso abandonó las negociaciones con los portugueses y comenzó a ocuparse del traslado del cuerpo de Tucumán a Buenos Aires.


Se fija oficialmente la Bandera Nacional

El 27 de febrero de 1812, el general Manuel Belgrano, al inaugurar en Rosario las baterías «Libertad e Independencia», reemplazó el Estandarte Real por una bandera con los mismos colores que la escarapela e hizo que sus soldados le prestaran juramento.

Dos semanas antes, Belgrano había solicitado la autorización del Primer Triunvirato para que sus soldados usaran una escarapela azul y blanca. Con tal motivo, el 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato había aprobado el uso de la escarapela nacional en reemplazo de la roja que representaba a la corona de España.

Sin embargo, el primer Triunvirato desautorizó a Belgrano en el uso de la bandera nacional, aunque éste no se enteró, porque cuando llegó a Rosario la nota del gobierno, el general ya había marchado a hacerse cargo de la jefatura del Ejército del Norte.

La bandera nacional flameó en Jujuy y triunfó en Salta y Tucumán.

El 25 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, a propuesta del diputado Gascón, dispuso adoptar como distintivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, la bandera creada por Belgrano para uso de los ejércitos, buques y fortalezas.

El 25 de febrero de 1818, el Congreso de Tucumán ( trasladado Buenos Aires), a propuesta del diputado Chorroarín, aprobó como bandera de guerra la misma que ya se usaba, pero con el emblema incaico del sol en el centro.


Directorio de Pueyrredón (1816-1819)

El diputado por San Luis, Juan Martín de Pueyrredón, fue designado Director Supremo por el Congreso de Tucumán el 3 de mayo de 1816. Mientras tanto, la oposición se expresaba a través de periódicos como Crónica Argentina, dirigida por el presbítero altoperuano Vicente Pazos Silva, El Observador y El Independiente. Desde estas publicaciones se atacaba el proyecto de instalar una monarquía, en particular la idea de Belgrano de coronar a un Inca.

A poco de haber asumido, Pueyrredón tuvo que resolver sobre la intervención del gobierno nacional en las crisis políticas que atravesaban los gobiernos de Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero.

Después de la derrota de Sipe-Sipe, el enviado del Directorio a Río de Janeiro, Manuel José García, buscó el apoyo de Portugal como país aliado o protector, previendo incluso la posible anexión a sus dominios, para hacer frente a los españoles y a los orientales.

Siendo Director Pueyrredón, el Congreso mandó al ministro de Guerra Juan Florencio Terrada y a Matías Irigoyen a Brasil, para negociar con el general portugués Carlos Lecor y con la Corte de Río. El propósito: ofrecer al rey de Portugal el Protectorado del Río de la Plata, bajo la Constitución que aprobase el Congreso, asociando a la Casa de Braganza la dinastía de los Incas.

Cuando Lecor invadió la Provincia Oriental, ante las críticas por traición a la Patria, Pueyrredón resolvió alejar de Buenos Aires a sus principales adversarios: French, Pagola y Dorrego, quienes se exiliaron en Estados Unidos. Soler, en cambio, aceptó incorporarse al Ejército de San Martín. De todos modos, desde enero de 1817, los portugueses ya ocupaban Montevideo, formando la llamada Provincia Cisplatina.

Desde agosto de 1816, el coronel Martín Thompson y desde 1817 Manuel Hermenegildo de Aguirre representaron al Directorio ante el Presidente norteamericano James Monroe, intentando conseguir el reconocimiento de la independencia. Pero el gobierno de Estados Unidos manifestó su preocupación por la separación de la Provincia Oriental.

De hecho, Estados Unidos recién reconoció la independencia del gobierno de Buenos Aires el 4 de mayo de 1822, cuando ya no existía ninguna autoridad nacional en el Río de la Plata.

También fueron fallidos durante el Directorio de Pueyrredón los intentos de entronizar al duque francés de Orléans como rey del Río de la Plata. Las negociaciones fueron encargadas a Valentín Gómez, pero no tuvo éxito en sus gestiones ante la corte de Francia.

El fracaso del proyecto monárquico, el rechazo en las provincias de la Constitución Nacional sancionada por el Congreso Constituyente el 22 de abril de 1819 y la situación en el Litoral precipitaron la renuncia de Pueyrredón, que fue aceptada el 11 de junio de ese año.

Contexto social y cultural

USOS Y COSTUMBRES

 

 

 

POBLACION Y SOCIEDAD

La población del virreinato sumaba alrededor de 800.000 habitantes de tres grupos étnicos diferentes: blancos (españoles); cobrizos o americanos (aborígenes) y negros, provenientes de los barcos que traían esclavos del Africa. De la fusión de los distintos grupos el mestizo, el mulato y el zambo.

En el campo la población estaba constituida por los hacendados o terratenientes ; los pulperos, dueños de almacenes de ramos generales y los gauchos que, hábiles en el manejo de los caballos y del cuchillo, se vincularon a la actividad ganadera.

La sociedad urbana estaba dividida en tres clases: la aristocrática, formada por funcionarios y comerciantes mayoristas; el pueblo, constituido por españoles, criollos y mestizos dedicados al comercio minorista; y los esclavos.

Las casas eran de adobe y el techo de tejas o con azotea. En general tenían tres patios: el primero destinado a los dueños de la casa, el segundo, a la servidumbre y el tercero se usaba como huerta.


EDUCACION

La educación primaria se daba en escuelas religiosas y en forma particular. Con la revolución se renovaron los contenidos y la metodología. Las hijas de familias pudientes recibían una educación particular típicamente femenina, que incluía la enseñanza de costura, bordado, pintura, idioma y baile. La educación superior se dictaba en la Universidad de Córdoba y de Charcas. Los estudios más requeridos eran la abogacía y las matemáticas.


RELIGION

La religión católica fue implantada por los españoles en las colonias, que la difundieron entre los indios a través de los misioneros. El clero tenía gran influencia sobre la sociedad y poseían ciertos privilegios, como el de ser juzgados por sus delitos por jueces eclesiásticos y no civiles.


PERIODISMO

Durante la colonia, la prensa sufrió la censura pero los líderes revolucionarios consideraron necesario propagar la libertad de imprenta, como una forma de preparar al pueblo para el ejercicio de sus derechos.. La época revolucionaria se caracterizó por una intensa actividad periodística. Se crearon los periódicos La Gazeta (1810), El Censor (1812), El Redactor del Congreso y Mártir o Libre.


PRODUCCION GANADERA Y AGRICOLAECONOMIA

La ganadería fue descuidada, los animales se criaban libremente sin que a los hacendados les preocupara su reproducción. El desarrollo de la industria saladera contribuyó a disminuir la existencia de vacunos. En 1815 y debido a las guerras, la producción bajó y la miseria alcanzó un alto grado. Durante el gobierno de Bernardino Rivadavia, en el Sur comenzaron a organizarse las tareas ganaderas, eliminándose la matanza desmedida de animales. En la provincia de Buenos Aires se fomentó la producción agrícola. En 1820 se inició en Tucumán el cultivo de la caña de azúcar y en Mendoza se impulsó la plantación de la vid.

INDUSTRIA

El gobierno revolucionario estableció una absoluta libertad de comercio, con la que aumentó el interés por la producción de carnes saladas. Entre 1810 y 1815 se instalaron los saladeros, primera actividad industrial importante del país. Los artículos de primera necesidad eran de fabricación casera. En cuanto al azúcar, el primer ingenio comenzó a funcionar en 1820.

COMERCIO

Con la revolución se estableció la libre entrada de barcos extranjeros en el Río de la Plata y se disminuyeron los derechos de importación y exportación. Estas medidas estimularon el comercio, siendo Gran Bretaña el país que mayores relaciones comerciales mantuvo con el nuestro.

La celebracion del Día de la independencia

LA CELEBRACION DEL DÍA DE LA INDEPENDENCIA

El 10 de julio se celebró la independencia en la provincia de Tucumán. La gente salió a la calle para festejar y más de cinco mil milicianos de la provincia se presentaron a caballo , armados con sables y fusiles. Los curas franciscanos colgaron guirnaldas con faroles y banderas en las puertas de la iglesia, dónde muy temprano se celebró una misa. En el centro de la plaza se organizaron bailes y los payadores improvisaron versos hasta altas horas de la madrugada. El gobernador Bernabé Araoz, para unirse a los festejos, organizó un baile en su casa al que acudieron los diputados del Congreso, jefes militares y los principales vecinos.

La situación de la provincia oriental

LA SITUACION DE LA PROVINCIA ORIENTAL.

 

 

LOS PORTUGUESES EN BRASIL

El emperador de Francia, Napoleón Bonaparte, resolvió invadir Portugal a fines de 1807. Los portugueses eran aliados de Gran Bretaña, la potencia rival de los franceses. La familia real portuguesa y sus colaboradores (cerca de 13000 personas) se embarcaron rumbo a Brasil (que era una colonia de Portugal), instalando un gobierno en Río de Janeiro.

En 1811, la infanta Carlota Joaquina de Braganza (hermana del rey Fernando VII de España y esposa de Juan VI de Portugal) se proclamó defensora de los dominios americanos de su hermano -cautivo de los franceses- y envió un ejército a la Banda Oriental (actual República Oriental del Uruguay) al mando de Diego de Souza.

El ejército de Belgrano en la Banda Oriental

La Primera Junta de Gobierno, instalada en Buenos Aires el 25 de Mayo de 1810, envió a Paraguay (una de las provincias que habían pertenecido al Virreinato del Río de la Plata) un ejército al mando de Manuel Belgrano.

El propósito de la campaña del Paraguay era conseguir la adhesión de esa provincia a la autoridad de la Junta. El grano fue rechazado militarmente y Paraguay desconoció la autoridad, tanto de España como de Buenos Aires.

Al regresar de la campaña del Paraguay, Belgrano se trasladó hacia la Banda Oriental (actual República Oriental del Uruguay) para sumarse a las fuerzas enviadas allí desde Buenos Aires, que al mando de José Rondeau enfrentaban al gobierno español del último Virrey del Río de la Plata, Francisco Javier Elío.

El 10 de Abril de 1811, Belgrano designó al patriota oriental (uruguayo) José Artigas, segundo jefe del Ejército Auxiliar del Norte. Sin embargo el 22 de Abril, la Junta Grande reemplazó a Belgrano por José Rondeau en el mando del Ejército de la Banda Oriental, y dispuso la designación del Tte. Cnel. José Artigas como Jefe de las Milicias Patriotas Orientales. El grano había sido suspendido en sus «Grados y Honores» para ser sometido a juicio por sus derrotas militares en la Campaña del Paraguay. Finalizado el proceso fue reivindicado.

El Exodo Oriental

El Comandante General de las Milicias Patriotas de la Banda Oriental, José Artigas, derrotó a los españoles en Las Piedras el 18 de Mayo de 1811 y avanzó sobre Montevideo. Pero cuando se preparaba para tomar por asalto la ciudad, se hizo cargo del mando de esas fuerzas José Rondeau.

En octubre de ese año, el Primer Triunvirato, (recién instalado en Buenos Aires) acordó con el virrey español, instalado en la Banda Oriental, Francisco Javier de Elío, levantar el sitio de Montevideo. Las negociaciones incluían el retiro del ejército portugués de la Banda Oriental. Pero los portugueses no cumplieron el trato. En cambio, las autoridades de Buenos Aires retiraron su ejército.

Artigas, ahora reconocido por sus compatriotas como general en jefe de los ejércitos orientales, al levantarse el sitio que pesaba sobre el gobierno español de Montevideo, inició «El Exodo», retirándose hacia el Norte, al campamento de Ayuí con 300 soldados y 1600 personas del pueblo de la Campaña.

El Directorio declaró a Artigas «reo de traición a la Patria».

El Triunvirato negoció con los portugueses el retiro del ejército lusitano, con el propósito de aislar a la resistencia española de Montevideo.

Sin embargo, a fines de 1813, España había reconquistado su territorio en la Península Ibérica, de manos de los franceses, con ayuda de Gran Bretaña y el rey Fernando VII recuperaba el trono. En esas circunstancias, tropas españolas reforzaron la Plaza de Montevideo y demoraron su rendición.

El peligro inminente en 1814 era la anunciada expedición del Gral. Pablo Morillo (quien a fines de 1815 vencería a los patriotas en Venezuela). Se temía que desembarcara en el Río de la Plata. Era fundamental quitarle una posible base militar en Montevideo desde donde podía atacar a Buenos Aires.

Por entonces, desde Buenos Aires, se intentaban negociaciones con las autoridades españolas, por lo cual, el 20 de enero de 1814, Artigas abandonó el sitio de Montevideo.

En respuesta a esta actitud, el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas, lo declaró «reo de traición a la Patria».

Los españoles se rinden en Montevideo

El Director Posadas, para enfrentar a los españoles en la Banda Oriental, dispone la organización de una flota a las órdenes del marino irlandés Guillermo Brown, capitán de un buque mercante, que encalló en La Ensenada. Brown, que hasta ese momento realizaba con una goleta un servicio regular entre Buenos Aires y Colonia, derrota a los españoles en el Combate de Martín García y bloquea Montevideo, en donde los españoles cuentan con 14 buques de guerra y 13 mercantes armados.

El 20 de Junio de 1814, el Jefe de la Guarnición Española Gaspar de Vigodet capitula, y el Gral. Carlos María de Alvear toma posesión de Montevideo a nombre del Directorio.

Alvear le quitó a los españoles una base de operaciones con 500 cañones, 9000 fusiles, 99 embarcaciones, 390 jefes y 6000 soldados.

El 9 de Julio de 1814 ,Posadas nombra Gobernador Intendente de la Provincia Oriental al presidente del Consejo de Estado del Directorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Nicolás Rodriguez Peña.

En febrero de 1815, por exigencia de Artigas, las fuerzas del Directorio evacuaron Montevideo, asumiendo el gobierno de la ciudad, Fernando Otorgués por indicación del caudillo oriental.

Invasión Portuguesa a la Provincia Oriental.

En agosto de 1816, las fuerzas del rey Juan VI de Portugal invadieron la Provincia Oriental, comandadas por el Gral. Carlos Lecor, quien marchó sobre Montevideo con 600 hombres, en tanto que otros 200 avanzaban por el norte, 200 más quedaban como reserva en Río Grande y 1800 avanzaban por el Este. Las fuerzas de Artigas fueron derrotadas por los portugueses en San Borja, Carumbé, India Muerta

Dos diputados detenidos

Por motivos diferentes, dos diputados fueron detenidos antes de lograr incorporarse al Congreso: se trata del diputado por Salta, coronel José Moldes y el diputado por Chichas, (Alto Perú, actual Bolivia) Juan José Fernández Campero, marqués de Yaví. Moldes: el diputado que quería ser Director Supremo José Moldes, partidario de un marcado antiporteñismo, aspiraba a ser Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Renunció ante la Junta Electoral que lo eligió en Salta, pero no se notificó al Congreso de Tucumán. En la sesión del 14 de octubre de 1816, el diputado Mariano Boedo reclamó ante el Congreso de Tucumán que se ordenara la incorporación de Moldes. Como Moldes no había presentado poderes ni respuesta a los oficios que se enviaron desde la Presidencia del Congreso, Boedo insistió en noviembre del mismo año. Cuando Moldes presentó sus poderes, fueron rechazados por no respetar el Protocolo con el que debía dirigirse al Congreso. Se discutía la validez de su elección. El diputado Boedo certificó la validez de la elección realizada en Salta, pero el 10 de setiembre de 1817, esa provincia seguía sin tener diputado en el Congreso, porque el Dr. José Ignacio Gorriti había renunciado y Moldes no asistía a las sesiones. Se supo entonces que estaba confinado, con suspensión de la ciudadanía, por lo cual se pidió a la provincia que elija un reemplazante. El marqués de Yaví: Diputado y prisionero de guerra. En la provincia de Chichas, en guerra con los españoles, que dominaban el Alto Perú, el diputado Juan José Fernández Campero, marqués de Yaví, cayó prisionero, mientras defendía el frente de Yaví ante los españoles. Lo enviaron a España para ser juzgado, pero murió en el viaje.

...con la Declaración de Independencia?

Desde 1813, las Provincias Unidas del Río de la Plata ya no juraban fidelidad a Fernando VII. La soberanía recaía en la Asamblea Nacional General Constituyente (Asamblea del Año XIII), que estuvo reunida entre 1813 y 1815. Después, la soberanía pasó al Congreso Nacional General Constituyente, que estuvo reunido entre 1816 y 1820 (Congreso de Tucumán). Disuelto el Congreso y el Directorio, a comienzos de 1820, no hubo gobierno nacional en el país hasta la elección de Bernardino Rivadavia como Presidente de la República, el 7 de Febrero de 1826. Desde 1820 hasta 1826 y desde 1827 (tras la renuncia de Vicente López y Planes, sucesor de Rivadavia) hasta 1853 (año de sanción de la Constitución Nacional Argentina que rige actualmente) cada provincia reasumió su soberanía, sancionó su constitución propias y tuvo sus propias instituciones y autoridades, independientes de las demás provincias, como si cada una de ellas fuese un Estado. Durante esos largos períodos de autonomías provinciales, se tomó por costumbre que las provincias delegaran el manejo de las relaciones exteriores (cuerpo diplomático) y los negocios de paz y guerra en el gobernador de la Provincia de Buenos Aires. El gobierno de Buenos Aires obtuvo el reconocimiento de la Independencia por parte de las principales potencias del mundo: Estados Unidos de América (1822) Gran Bretaña (1824) Francia (1830)

…con la Constitución de las Provincias Unidas en Sudamérica de 1819?

La redacción de la Constitución Nacional formó parte del proyecto de monarquía moderada. El Congreso de Tucumán había dejado en blanco el artículo que especificaba la forma de gobierno a adoptar, a la espera de conseguir un príncipe europeo que estuviese dispuesto a asumir como Rey del Río de la Plata. Al fracasar el Proyecto Monárquico, se resolvió sancionar la Constitución Nacional, conformando el Directorio como forma de gobierno, con un Poder Ejecutivo a cargo del Director Supremo. Esta constitución era centralista (las provincias carecían de autonomía con respecto al gobierno nacional), por lo cual fue rechazada por las provincias y nunca entró en vigencia. En consecuencia, el Congreso Nacional General Constituyente (Congreso de Tucumán) se disolvió. Entre 1824 y 1827, un segundo Congreso Nacional General Constituyente (Congreso del 24) estuvo reunido en Buenos Aires con el propósito de sancionar otra Constitución Nacional. Esta fue la Constitución de 1826, muy similar a la de 1819, y que también fue rechazada por las provincias por los mismos motivos. Recién el 1º de mayo de 1853, un tercer Congreso Nacional General Constituyente, esta vez reunido en Santa Fe, sin la participación de Buenos Aires (que pasó a formar un Estado independiente de la Confederación Argentina), sancionó una nueva Constitución Nacional. Esta fue jurada por el conjunto de las provincias, menos Buenos Aires, que recién la juró, luego de dificultosas negociaciones, el 21 de octubre de 1860.

…con el Congreso de Tucumán?

El Congreso de Tucumán, que declaró la Independencia el 9 de Julio de 1816, en 1817 se trasladó a Buenos Aires, donde estuvo reunido hasta comienzos de 1820. Sancionó en Buenos Aires la Constitución de las Provincias Unidas en Sudamérica, el 22 de Abril de 1819, que fue rechazada por las provincias por ser centralista. En febrero de 1820, el ejército del Director Supremo, Juan José Rondeau, fue vencido en la batalla de Cepeda (provincia de Buenos Aires). El Congreso Nacional y el Directorio quedaron disueltos por imposición del caudillo entrerriano Francisco Ramírez. Ramírez comandaba, junto con el gobernador de Santa Fe, el caudillo Estanislao López, un Ejército Federal, que a nombre de Artigas había invadido la provincia de Buenos Aires y se disponía a avanzar sobre la Capital. Ramírez impuso como condición para negociar la paz, que esto se realizara con autoridades representativas de Buenos Aires. No reconocía como tales ni al Congreso, ni al Directorio, ni al Cabildo. Con tal motivo, se eligieron representantes de Buenos Aires, que reunidos en una Junta de representantes, eligieron gobernador de la provincia a Manuel de Sarratea. Así nació la Sala de Representantes, llamada Legislatura de Buenos Aires.

…con Pueyrredón?

El fracaso del Proyecto Monárquico Constitucional significó el fin del gobierno del Director Juan Martín de Pueyrredón. De todos modos, el 22 de Abril de 1819 se sancionó la Constitución de las Provincias Unidas en Sud América, que fue rechazada por las provincias por ser centralista. Pueyrredón presentó su renuncia al cargo de Director Supremo ante el Congreso Nacional General Constituyente (Congreso de Tucumán) reunido en Buenos Aires, que fue aceptada debido a su insistencia, el 11 de Junio de 1819. El Congreso designó a su reemplazo al General José Rondeau, quien fue derrotado por el Ejército Federal conducido por el Caudillo entrerriano Francisco Ramírez en la batalla de Cepeda, en febrero de 1820. La consecuencia de esta derrota fue la disolución del Directorio y del Congreso, predominando en adelante el sistema de autonomías provinciales, debido a la ausencia de un gobierno nacional.

…con la forma de gobierno?

El Proyecto de Monarquía Constitucional fracasó. El Congreso Nacional General Constituyente (Congreso de Tucumán) reunido en Buenos Aires, sancionó la Constitución de 1819, que establecía como forma de gobierno el Directorio. La Constitución nunca estuvo en vigencia porque fue rechazada por las provincias por ser centralista. Entre 1820 y 1826, predominó la autonomía provincial. Esto significó que cada provincia era independiente de las otras, tenían su propia constitución, instituciones y autoridades. Las provincias organizaron su forma de gobierno con un Poder Ejecutivo a cargo del gobernador, un Poder Legislativo unicameral (una sola cámara) a cargo de una Legislatura y un Poder Judicial a cargo de un Alto Tribunal de Apelaciones. Entre 1826 y 1827 hubo dos Presidentes de la República no-constitucionales, debido a que el Congreso Nacional General Constituyente (Congreso del 24), por entonces reunido en Buenos Aires, entendió que resultaba necesario un Poder Ejecutivo Nacional para que se hiciera cargo de dirigir la guerra contra Brasil por la posesión de la Provincia Oriental (actual República Oriental del Uruguay). Los presidentes fueron Bernardino Rivadavia y Vicente López y Planes. Ese Congreso sancionó la Constitución Nacional de 1826, que consagraba la forma de gobierno presidencialista, y fue rechazada por las provincias por ser centralista. (unitario). De 1827 a 1853 las provincias siguieron siendo autónomas, pero ahora unidas por el Pacto Federal de 1831, que unificaba una Confederación (unión recíproca entre las provincias) sin gobierno nacional. Un nuevo Congreso Nacional General Constituyente, reunido en Santa Fe, sancionó en 1853 la Constitución Nacional que actualmente está en vigencia. Su forma de gobierno es representativa, republicana y federal.